Dos eran dos
los mismos que lastimaron al tiempo
y le dieron quiebro en sus espaldas,
dos que no se arrepintieron por lo que no habían hecho
cuando no debían, dicen, creo,
y a la luz de madreperlas proclamaron
dibujaron labios con la palma de la mano
y se acariciaron sin tocarse,
se aman.
El muérdago ya balancea sobre el lecho,
y las palabras sobran, bailan,
nada desvanece cuando no se oxida,
cuando no coexiste ni respira,
germinan las simientes del invierno
en el parterre del jardín celado.
los mismos que lastimaron al tiempo
y le dieron quiebro en sus espaldas,
dos que no se arrepintieron por lo que no habían hecho
cuando no debían, dicen, creo,
y a la luz de madreperlas proclamaron
dibujaron labios con la palma de la mano
y se acariciaron sin tocarse,
se aman.
El muérdago ya balancea sobre el lecho,
y las palabras sobran, bailan,
nada desvanece cuando no se oxida,
cuando no coexiste ni respira,
germinan las simientes del invierno
en el parterre del jardín celado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario