domingo, 18 de diciembre de 2011

Mi debilidad es instaurarme en algo
y me muerde este talón Aquilesado
que se muestra cerúleo y palpitante.
Mi debilidad es un blasón aderezado
en esta frente de palomas que aletea,
confusa  y profusamente generosa.
Mi debilidad es un lápiz azabache,
un sí con el propósito de rubricarme
y acariciar cada cisura en la que brotan flores,
un sí en los labios y en la lengua,
un sí en las manos y en las piernas,
un lábaro que me sirve de frazada
cada amanecer mientras espero tu regreso.

domingo, 11 de diciembre de 2011


Recreo la manera de amar(me),
me observo
y observo todo y cuanto me rodea,
soy el anticristo de las emociones,
el amen de mis labios laicos,
el credo
del todo anda medio bien
o medio lleno,
como la luna que no alumbra, no!
aparenta,
una apariencia plena
que no esconde nada,
se desviste
y se embriaga de las noches
sin borrar sus huellas.

jueves, 8 de diciembre de 2011

  
Me arrumbo hacia el abrazo
con un sagaz chasquido
en los índices del aire.
Mis pasos boquiabiertos se contienen,
volteo mi rostro
y logro cruzar mis labios
en la trayectoria de los suyos,
lo intuyo, cierro los ojos,
el viento es de metal bruñido
y serpentea un tímpano despierto
que solo cree en la cadencia de un murmullo,
un bisbiseo sin espacio
entre las comisuras de unas bocas que se muerden.