domingo, 27 de febrero de 2011

Sábado 26 REMINISCENCIAS DÉRMICAS


Sin más ruido que el roce de mis pestañas con tu piel,
crinaba mis planicies y mi conquista en el istmo,
suspiraba con los párpados
en nuestro  hircismo de  mercurio
serpenteando por el atrevimiento de mi espalda,
sin más fricción que el de nuestros huesos en desliz
sobornando al tiento para no sucumbir bajo el cendal de lino.