domingo, 25 de octubre de 2009

Domingo 25 La criatura

















Se tercio en noche techada,
sombría, inquiría tormenta,
me estremecí en el silencio
al ver aquella silueta negra.
Acechando detrás de una verja,
vieja oxidada y excelsa
se desplazaba despacio
me espiaba, estaba quieta,
y yo quebraba mi paso
acelerando mis piernas,
mi corazón y mi inercia.
Crucé a prisas sin razón,
podía escuchar su aliento
y oler su fétido hedor,
que me recordaba a muerto.
La verja se abrió tras de mi
me giré y no había nadie,
solo la puerta llorando,
dando señales al viento.
La sombra aciaga no estaba
inspiré y seguí mi lance,
pero aquel vaho pudiente
me seguía hasta dolerme.
Seguí escrutando hacia el frente
y apareció sin pensar,
corría veloz hacia mi,
veía sus ojos ardientes
y el olor se hacia fuerte.
Salí huyendo tras la nada
y oía su voz hostigante,
rumoroso escalofrió
entre alarido y respiro.
era una criatura espectro,
sentí el terror en la espalda
punzante dolor, delirio,
me atravesó con su garra