martes, 16 de febrero de 2010

Martes 16 Se lo digo al viento

Silencio, ¡¡No escucho más!!
Solo un recital sitiado,
una sordina que escuda
seductora en sus maneras
de bailarse, de instalarse.
Sensualidad caprichosa
que se envuelve en cinta y lazo,
estremecedora cenefa,
céfiro zigzagueante ¡¡Danza!!
Vence el miedo a secuéstrame
sigiloso y encelado sucedáneo
de los sabios consagrados,
asignaré una simiente
en la consigna de sacros.
¡¡Sálvame del sin-sentido!!
Sudaré sal en solsticios,
soberana de mi sangre
sin sabores sostenidos
siendo simples mis suplicios.