El tacto si amanece estéril es un presagio,
y a mi me lamenta la menta en los labios,
ya lo dije, dadivosa ¿Y para qué?
Me harto, me parto y me zurzo,
la vellera de la lengua ya no crece ni amanece,
todo queda y todo muere ya en su sitio.
Y es que el hecho en su deshecho es solo un trecho.