jueves, 6 de mayo de 2010

Jueves 6 EL MANTO



Que instinto tan distinto
el que puedo cotejar desde palestras
ajusticiando paradigmas de un estoque.

Me visto de luces,
soy beso en la rama,
y me abro camino al albero,
buscando el suelo que ando
descubriendo desde el punto muerto
la silueta a contraluz del ruedo.

Arena que se atavía de savia
del aroma de azahar y de marisma,
cuanto cadáver que echar,
si me giro y busco atrás
la providencia del manto,
que luce magenta y paja.

Una manera de creerme diestra
en el arte de la espada,
que le da vuelta al averno.