viernes, 2 de octubre de 2009

Viernes 2 Divagación III



Hoy no quiero idolatrar al amor ni a la hermosura,
¿No existe acaso la monstruosidad y el odio?
Démosle la jerarquía que en legitimidad poseen,
en la veracidad absoluta y milenaria.
Ciertamente el amor y la ternura existen gracias al desamor y la aversión,
y no sabríamos de la belleza si no conociéramos la fealdad y la fiereza.
Cuanto hay que agradecerle a estos sentimientos, malevolencia, terror.
Gracias a ellos disfrutamos de la dicha que provocan las pasiones que nos emocionan.


¡Y brindo por lo feo, grotesco, deslucido, disforme, amorfo y espantoso!
¡Y bebo de mi copa por el desamor, el rencor y la repugnancia!
Podría seguir con una larga lista de adjetivos y palabras,
equilibrio natural para la vida de las esencias.
¡Que bien que me siento hoy!
Doy gracias por sentirme mal.