El margen de aquel afluente era un huelgo de sutilidad,
albo, salinero y silenciosamente liso.
albo, salinero y silenciosamente liso.
Escandalosamente un dulce recorrido
que ruborizaba a los temores más sensatos.
que ruborizaba a los temores más sensatos.
Un origen y un final a todos los los caminos.