sábado, 28 de febrero de 2015

Escribo estas palabras libres que naufragan en la esclavitud,
sacudiendo la cabeza en esta tregua para liberarlas,
afilando la lengua entre barrotes,
porque dicen que si pasa entre los hierros
el cuerpo va con ella.
Pero no es cierto, no se doblegan, no me dan paso,
me encierran.

El secreto de esta evasión imperativa,
está en lo efímero y dramático de un parto,
en un lugar donde el cerebro
aguarda una actitud ilustrada,
reposa adormecida hasta que diga “ Basta”

Será entonces  el momento
de dar cuenta de que hay cosas
que no pueden existir en cautiverio

y se fundirán las trabas sin necesidad de esfuerzo. 

domingo, 22 de febrero de 2015

No puedo acusar siempre al ocaso
como quien pronuncia un nombre con melancolía,
la añoranza consume la carne, consume al hombre.

Las cosas son tal como son, ni blancas ni negras
y los matices, una subjetiva forma de tener recuerdos,
de hacer planes, deshacerlos y olvidarlos,
un defecto innato pero necesario.
Este pequeño y palpitante soplo de realidad
nos lleva hasta los sueños,
otra realidad que comparto por empatía o por nostalgia,
no lo sé, solo profetizo con la perseverancia y el esfuerzo,
pero a veces ni con eso es suficiente.

La vida se vive cada día y cuesta,
a veces cansa otras descansa...
la felicidad un mito de un segundo aleatorio
vivir no es fácil, morir tampoco.