domingo, 6 de diciembre de 2009

Domingo 6 Lluvia de estrellas


Esta noche al fin, una persecución de estrellas
que me acoge en la espontaneidad del sueño,
en cada una de ellas puedo ver algún deseo,
mientras súbitas e inesperadas se exhiben narcotizadas.
Mi corazón se expande y fija el latido en su huella,
singladuras de escarlata y oro
que me hacen pensar en tu ausencia.
Sigo indisoluble el paso, acechando otra figura
que me inspire y me dé fuerzas.
Es la oscuridad serena que me adula sin esperas.
No tengo prisa y lo sabe, me da paz y me sosiega.
El sueño viene a mi encuentro,
pero no veo el momento, de apartar la vista al cielo,
y allí aparece otra estrella, como si fuera un espectro,
la noche se torna chica y me atrapa en su misterio,
las horas menguan sin tiempo y el amanecer cosecha,
y como seres nocturnos desaparecen al alba,
se rompe el adorable hechizo y ya no puedo abrazarlas.