domingo, 4 de octubre de 2009

Domingo 4 Háblame del sur


Háblame de las playas del sur,
de sus arenas blancas,
de atardeceres rasos.
Puedo oler el mar en la distancia
e imaginar mis pies descalzos
hundirse en la marea clara,
bellos moldes que dejan mis rastros.

Háblame de la música del viento
Cuando acaricia el levante
y tú estás despierto.
Puedo sentirlo en la misma distancia
e imaginar cada brisa que pasa,
como si agasajaras mi alma.

Háblame de las almadrabas,
de bravos marineros, hombres duros
luchando en sus barcas,
rompiendo las olas, lidiando su estampa,
Háblame de ese sur, háblame,
ese sur tan compartido
cuando abro mis ojos en los tuyos
Y tú en los míos.


Domingo 4 Despertares



con un verso de tus labios
versando en los míos,
intimamos a la sombra de un castillo,
derramados en el suelo susurramos
y enredamos bellos cuerpos, los fundimos.

Sentimos dulces las huellas consentidas
de estas manos inexpertas, nuestras lenguas.
Embriaguez de frutas silvestres, efluvios.
Tu piel resbala entre el sudor y el grito,
exhalación con nombre de azahar y letras.