domingo, 13 de febrero de 2011

Sábado 12 FIGURAS INTRÍNSICAS Y TRANSFERIBLES XVII

El rio ya no llama a los suicidas,
no quiere más crepúsculos purpúreos,
no quiere impregnar más a los narcisos
 y les escupe piedras en la orilla
desecando los reflejos de sus ondas,
codicias sempiternas de verdor.

El rio ya no es rio en este cauce,
es una arteria apacible,
que ya no contracciona en malecones,
es un destierro de gemidos humectantes
que esgrime su caudal hacia la lejanía.