sábado, 7 de agosto de 2010

Sábado 07 APÉNDICES

Echo de menos el valle maduro en ladrillos,
el abrigo, los guantes, el barrio,
ese paso, medio paso,
nuestro paso sobre la vereda,
y me la llevo. Sus grietas las llevo conmigo.

A veces sostengo mansamente
este bendito boato
y en otras me dejo,
tengo sueños ilustrados
y párpados de salamandra,
anfibia que suturo con el agua.

Y se vuelve espora mi aguatinta
lluevo tintas,
es cuando más me cuesta,
cuando más me arrastra
al no ser capaz sobre lienzo
de transcribir en lozanía
sabidurías estrictas
que inicio con exhalaciones.

Y el perfume de papel manchado
me disgrega de mis manos,
¿Para que deseo extremidades,
parásitas de tanto y tanta?
Si no me alcanzan,
ni en el tacto,
ni en palabras.