viernes, 18 de septiembre de 2009

Viernes 18 Nunca más.



Dedicado a todas las mujeres que sufren la violencia de género y no se atreven a denunciar estos abusos. No es amor, es terror.



Le juro delante de un altar de piedra
que la cuidaría siempre,
en lo bueno y en lo malo,
en la enfermedad hasta la muerte.


Pero un instinto animal
fue creciendo en sus entrañas,
algún gen defectuoso
transformando al hombre en bestia.


Cada día era peor.
Ella sumisa en silenció
se conformó a ese dolor
era el amor de su vida.


Y aquel ser fuera de juicio
se abalanzó sobre ella,
como una sabandija hambrienta
sometiendo aquella presa.


Hasta que llego a su fondo
Y transmutó su miedo en aliento.
“Tú ya no me tocas más”
“Me marcharé de este suplicio”.


Exclamó y gritó sedienta.
Y sin mediar palabra
abrió sus tediosas manos,
la golpeo con violencia.
No midió todas sus fuerzas
y de un mal golpe al caer,
la bella flor cayó seca.


Al ver que estaba tan quieta
se acercó y quiso abrazarla
y entonces vio a la mujer,
se dio cuenta que la amaba.


Murió con ojos abiertos
maldiciendo su existencia,
aquellos ojos sin huella
habían perdido su esencia.


Y él, cobarde loco y confuso
no pudo vivir con aquello
se lanzó por la ventana.

¡Así arda en el infierno!