Crecer en el estribo de una oda
sin pedirle al tiempo tiempo,
desatinarlo por complejo y encubrirlo
y saber del infortunio sus prodigios.
Me encandilo del silencio que custodia al verso,
de su matiz a pergamino rancio,
al olor del libro más vetusto
y ser el lance,
un episodio que me acerca
y me presume en cierre.
Crecer sin más palabras que las que no existen,
las que nadie juzga
y se maceran en la lengua,
sarpullido de un asombro que no fermenta
y vegeta con el calor del despertar a medias,
a media luz, a luz de cerca.
sin pedirle al tiempo tiempo,
desatinarlo por complejo y encubrirlo
y saber del infortunio sus prodigios.
Me encandilo del silencio que custodia al verso,
de su matiz a pergamino rancio,
al olor del libro más vetusto
y ser el lance,
un episodio que me acerca
y me presume en cierre.
Crecer sin más palabras que las que no existen,
las que nadie juzga
y se maceran en la lengua,
sarpullido de un asombro que no fermenta
y vegeta con el calor del despertar a medias,
a media luz, a luz de cerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario