Hoy apenas he pensado en nada,
he sentido con la intensidad que no abraza el silencio,
no había paredes, ni tiempo, el no pensar.
He sido la isla de un piélago no manifiesto,
una risa salpicada en el acorde de mis pasos,
de estos pies que pisan y acarician su terreno
haciendo surcos circulares.
Y al presente en mi dulce quietud
sigo sin pensar, ni quiero,
¿para que romper tan deleitoso espejo?
he sentido con la intensidad que no abraza el silencio,
no había paredes, ni tiempo, el no pensar.
He sido la isla de un piélago no manifiesto,
una risa salpicada en el acorde de mis pasos,
de estos pies que pisan y acarician su terreno
haciendo surcos circulares.
Y al presente en mi dulce quietud
sigo sin pensar, ni quiero,
¿para que romper tan deleitoso espejo?
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