miércoles, 15 de septiembre de 2010

V DE XXII

Me dejo llevar por las memorias para sospechar el cierne
y presagiarme piel y lecho destilando aceite de molino.

Esta desigualdad de lubricidad libídine no tiene fondos,
peregrinos en la reiteración de aquel pasaje de lenguas empuñadas
que embebían verbos musitando lóbulos y prominencias,
degenerando el género de lo divino y lo vedado,
un claustro comedido a nuestro paladar de escarpia,
a veces tan oscuro y sangrante.

Codiciosos de altruismo al dar por dar y dar
sabemos de la relatividad y de los figurantes que acometen,
fuimos, somos, yaceremos versos que transmutan en materia,
arte elemental de nuestra alquimia de extremidades.

martes, 14 de septiembre de 2010

Martes 14 IIII DE XXII

Me he anegado en la evaporación de sus océanos
sin temer y sin temor a puniciones,
me pierdo entre los apellidos
de los arrecifes bastardos
y no consigo acordarme de ninguno,
prefiero considerarlos con mis manos correctivas
modismo por salir más pronto de esta agnosia
y estremecer de la erosión sin más ausencia.

Porque sigo sin seguir despierta cada víspera
y me rasguña, me saquea la afonía de un bostezo,
es esta no soledad concertada
que ya no tiene pretexto,
solo días en que agita las esperas.

Y hoy deseo estar equivocada en la noción del tiempo,
que simplemente sea simple,
quiero y quiera, un suceder
una noche de sus sueños y un devenir exhalado,
no importa donde ni como, no inquiriré,
una sola ofrenda sacra a merecer sin juzgar.

HOY HACE UN AÑO

Hoy hace un año, según cuentan los días, que Mafalda, o sea yo, inició la aventura de transcribir binariamente lo que pasaba por su sesera a diario y desde entonces no es que haya llovido mucho ¡NO! Sumergida en formol el tiempo es apariencia y no transcurre, aunque las acciones no cesen y muden sus aires. Así que regreso a este pretendido escenario, un círculo que no intercepta porque principia el ciclo y se solapa.

GRACIAS A TODOS POR LLEVARME AL SUEÑO DE SER ESTA ESPIRAL DE LETRAS.

MAFI

lunes, 13 de septiembre de 2010

Lunes 13 III DE XXII

Se disciernen silbos en las catenarias
y me lleva presa un caminante espiritoso en las audacias.

Las noches son aquel desván que almacenaba cajas
y en cada una de ellas guardábamos retales,
instantáneas de un pasado y un futuro,
teníamos nuestro pequeño inmenso mundo
en la vehemencia que desprenden los cuerpos al amarse,
el del melífico tacto en el culto suceder de un cuello
entregado a una muerte segura,
místico pasadizo para llegar al cruce de sentidos.

Y nos devoramos sin plurales,
singular manera de ocultar lo inocultable,
las manos de agua, seno de las orquídeas
y la fauna de un lugar sin lecho.

Aquí no acometen las auras, no hay cielo,
solo una azotea que se piensa seráfica,
el umbral a este ostracismo que me embebe
y yo suspiro, para que mi espectro
tome mi relevo como errante por tus nimbos.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Domingo 12 II DE XXII

Desleída en el tálamo más insondable
las frazadas se hacen nube.

Este lance desmedido y sin costuras
hilvana de pretensiones pías los sentidos
de este corazón comprometido,
y puedo perderme en este aflujo
y en la virginidad del mundo susurrante de azaleas.

Me transfieres a un lugar sin contraluz
que providencia un eclipse de inquietudes,
una licuefacción sólida de amalgamas
ávidas por ser y ser un detalle de torzal bruñido
en el tapiz de piel y aromas que me unges.

Y el árbol ebrio de mi botánica existencia
se deja llorar por los sauces,
llueven pecíolos de labio pecaminoso y entregado
permeables por el vaho de una convulsión de alientos
en esta floración desilustrada.

Decolorados los rostros ya sin detalle,
se dilatan sobre el musgo
y se vulneran caprichosamente en norte
de este sur sumido a los deseos.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Sábado 11 I DE XXII

Unas manuscritas manos se identificaron con las sílabas
de un instrumento de viento en deshielo,
cúspide volátil de un cráter
que anhelaba los impulsos de cadencia
rasgando con un filo de estilete los silencios.

El raso que envolvía su místico sustantivo
se dejaba evidenciar bajo la sombra de una aventurada inercia,
sinuosa elipse bajo palio, el primer elemento comedido
diseminado por la regresión de los metales líquidos
y el prolífico fervor de sus efluvios.

Lava sobre lava, córtex cóncavo y convexo
de un plexo de peciolos y de esporas
limitando en estuarios de lo más protegido,
zona de naturaleza y floresta
expiada por los apetitos más nobles

¿Y por qué no? ¿Decir vetustos?

jueves, 9 de septiembre de 2010

Jueves 09 DESCORDINANDO

No me alcanza el devenir del largo asueto,
y le imploro luz a las mañanas,
¡Tercas mulas!
que no descubren nada mas allá de su tubérculo.

Le dan vueltas a la rueda de molino,
siguen en remanso en una estela de cóccix,
cuatro candongos que asimilan los cuartos,
y prosodían su porfiado paso de lerdo.

No se paran, ni se pronostica analogía,
un menú de pulsos y de tientos a la carta,
así requiero yo a mi tiempo,
inconstantemente inquieto y desmedido.