Tentarse en el instante y aprender que aquel momento
era un relámpago,
un brote de frescura a bocajarro
empatizando con la piel.
"Estos brazos no duelen, solo aprietan
y no pretenden hacer ni deshacer desde sus manos
ninguna estratagema,
solo un lenguaje de mudos,
para manos, para brazos, para piernas, para labios…"
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