Se han vestido de color púrpura los mantos,
se han adormecido sobre los hombros de viento
y mis manos, mariposa que se oculta
entre los pétalos que arrastran mis suspiros.
Más allá de la noche y sus estambres
renace aquella brisa que se llena en barahúnda
y tu nombre llega con más fuerza hasta mi puerta,
yo, descalza en el umbral y el mismo manto nos abraza.
Mi vendaval, la distorsión de estas muñecas
trazando braille en cortesía de las sombras,
arañando las moléculas del torso que se esgrime
entre madejas nimbo, de este amor de azúcar.
Un terrón que se decanta tras la lengua
e impronta un ánimo de almíbar
en las papilas que han perdido hasta su norte
y sucumbido al sur y al aura desertada.
Volar, no volaremos,
las alas son papel mojado y puntas de bolillo,
pero alcanzar los hitos con los huesos
descarnando el resto hasta la esencia
será el principio con adagios,
será un final sin plumas.
[uma viagem a fundo,
ResponderEliminarao que se traz como principio e fim para o mundo]
um abraço,
Leonardo B.