viernes, 17 de septiembre de 2010

Viernes 17 UN PEQUEÑO PASO PARA LA MUJER QUE ENCONTRÓ SU ZAPATO

Puedo confirmar que estoy viva y salpicada de parto,
ya se ha calibrado el pulso de mi corazón infatigable
porque tengo la suerte y el azar del lado que vislumbro,
el único que existe.

Desarrollar estas falanges
y condecorarme con el polen de su lustre
hace que el sol se encapriche y diluvie,
salgo sin paraguas y sin tratamientos paliativos,
rasgo nubes con mis pies y me concedo amnesia,
así disto de preocupaciones coronando mi adagio de dicha.

Desaprender es el mejor género para cultivarse,
y olvidar, la mejor manera de entablar por una vía.
Ahora prohíbo fijar carteles en mi nueva condición,
mudanza y labrantío.

Mi recreo, es llenar las cajas y que solo estén mis formas,
me descoso de los objetos y las prendas que desconozco,
no me afectan y apolillan mis armarios,
tengo un gran afán por sacudir mi estribo,
soy la prometida de mi sino.

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