sábado, 31 de julio de 2010

Sábado 31 HAY SILENCIOS Y HAY SILENCIOS

El Silencio sobrevino
un bisbiseo ciego,
un seísmo inconmovible
que se enamoraba
de su ciencia narcisista.

Un nombre propio
que se andaba taxativo
por sus abundantes formas,
mudas, sordas, invidentes,
sensitivas,
conmoviendo cada espasmo
de su pliego,
derrotero, que inconcluso
en su insalvable y mutilada lengua
lograba distinguir mas luz,
más puertos que razones,
una bienvenida a este momento.

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