Sabrás eternas verdades
bella almidonada luna,
eres sábana y doncella
predicando soledades.
parézcanse nimiedades
Macarena que más brilla,
semilla virgen solana
escuchando predicares.
que quiméricas las tardes
maravilla Sevillana
espina, sangrienta costilla,
atendiendo sollozares.
Eres nada en vanidades
y mana el oro de horquilla,
sencilla flor en semana
desvelando a los mortales.
Esperanza y encontrares
desde una silla en Triana
ventana fresca en Sevilla
deslumbrando tus andares.
Muy bello poema a la Virgen Macarena. Lleno de vibrante devoción. Un abrazo
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