Me seccionaré en pedazos,
y haré un collage de días y mis noches,
un anuario de reminiscencias,
una morriña administrada en mono dosis
como el colirio infructuoso en mis pupilas.
Y no me salgo de mis ejes
prestada a la nostalgia de mis días,
me atestiguo como testimonio en todos ellos,
tuya, exclusivamente entre tus remos
que prorrogo y fluyo en termas
de mi pulmón suspendido,
agudizando entre luces
que adivinan mi silencio.
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