Un martilleo laxo pero audaz
persigue cada paso salpicado por el suelo.
Suplican las canillas humeantes,
se humedecen las costuras de este pantalón deshilachado
y mientras, llueve recíprocamente
entre la alcantarilla que desborda
y mi cabeza.
persigue cada paso salpicado por el suelo.
Suplican las canillas humeantes,
se humedecen las costuras de este pantalón deshilachado
y mientras, llueve recíprocamente
entre la alcantarilla que desborda
y mi cabeza.