martes, 18 de enero de 2011

AMANTES

El polvo sobre las frazadas  no se aquieta
y volátil sin aspiraciones
se mece con la música
que ejerce la brizna sobre el trigo,
flexiona el horizonte, lo burla
y Juega con el céfiro a ocultarse,
se congratulan del  va i ven de sus caricias
de la maña de su encorvado espinazo
adulado  de su cóncava y convexa hechura.

Se torna el yermo un oleaje
bajo algún pliegue de tormenta,
no menguan a los tientos,
desgarrándose a los gritos
y se emulsionan homogéneos entre piernas,
comulgan pecho contra pecho
augurando el sabor de los halos
que sobre el murmullo se hacen abundancia,
rumores de lo que se calla bajo palio