domingo, 22 de enero de 2012

Creo que enloquece cada gesto de mi gesto que te piensa,
que se muestra un exhibicionista
de lo que se esconde tras los labios,
arroyos de murmullos
que parecen rezos cosidos a la piel,
como el telar de mi tapiz
que auspicio en el ajuar.
El hilo que se impregna  de rocío
enaltece los caminos hacia el rebatido cielo,
habla de mis sentimientos,
revela los susurros
y cala cada poro enardecido,
de deseo.

domingo, 8 de enero de 2012

EN UN LUGAR...

He soñado que mi cuello se doblaba y asentía,
se volvía blanco, se volvía mármol
y he sentido un beso almidonando mi cintura,
encorsetando cada vértebra en codicia,
una por una, remachando los discos lumbares
para pervertir las sombras
con un dulce juego de apariencia sinuosa
entre los bastidores de mi mundo.

He soñado por el placentero bosque de dormir despierta,
porque la realidad no espera y no entiende a los ojos cerrados,
ni tan si quiera se conmueve
ni alterna derramada entre sonámbulos ensayos.
La piel se vuelve fría, se vuelve luna, se vuelve láctea,
se puede beber en su reflejo
y deja de ser una figuración entre los labios,
todo para ser un solo todo, sin juicios,
sin expectativas variopintas,
un solo deseo desleído en el manjar voraz de un solo aliento.