viernes, 27 de agosto de 2010

Viernes 27 QUE VERDE Y YO NO LO SABÍA

Se mostraba plácida y catártica
en su promiscuidad de valle,
era horizonte con libídine,
verde por espesura y alcurnia.

Nunca antes hubiera adivinado,
ni tan siquiera distado
que tenía inclinaciones.
un ecléctico surco
entre sus vertientes misceláneos.

Ni querubín nii demontre,
así que me pierdo de vista,
¡Pero recuérdame!
que el asombro no es oficio.