Traspasar estas paredes y sentirme extrañamente extraña,
desubicada de tanto y tantas cosas,
que quiero arrinconar la calle y no saber quien pisa
y es que no me importa si es la confusión o es la memoria,
si fulguran luces o es el sol quien grita,
mis prioridades jamás fueron tan acordes con sus rayos,
brillan y no les faltara jamás la mano que perfile su talento,
¡Tan mías, tan fulgor, tan irradiadas!
que de mi amor nunca en la vida tendrán migas.