Juego al juego de los juegos
que me allegan al infierno,
quiero quemarme en sus llamas
aunque me aclamen blasfema.
Son los rubros de este incendio,
de ceniza inexistente,
sacrilegios y sosiegos,
ascua eterna incandescente.
no existirá mayor fuego,
tan ansiado y tan extenso,
en este arrojadizo aliento.