Sabedores de distancias, de viajes,
¿para que? Si no pensar en equipajes,
solo bastan pocas trazas y el linaje,
por poder estar mil días sin bagaje.
Y encontraste una maleta en el camino,
escrutinio de los versos que has bebido
sin razones, sentimientos de retiros
en un mundo nuevo y tuyo, solo mío.
Y por eso cargaré sola mi peso,
entre dichas y placeres sin cimientos,
y los mares surcarán cielos sin techos
y los cielos singlarán mares con precio.
Y al final podré llegar al fin del limbo,
sin más lastre que el que lleva un vagabundo,
para estar por fin de vuelta y sin más rumbo
que el llegar contigo en vida en este mundo.