sábado, 3 de julio de 2010
Viernes 02 LA HORA DEL TE
Que conjuración la del paso circular
que se subyuga entre jergones
de una flor hermafrodita,
se soliloquia presumiendo soledad
y no por falta de público
que idealiza a una monarquía extinta,
malabaristas del codiciado polen,
ansiado festín de los gorgojos paseantes
y del roció transmutado en ámbar
al arrastre de su propia suerte
que fosiliza a los pulgones insensatos
que no logran la distracción de una reina
sumergida en misticismo vegetal
en la escalera de naipes.
Reina y reina de las espadas,
reina y reina de las palabras,
reina que reina en su reino,
reina de un lunar y de una vara,
¡Que le corten la cabeza!
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