Un truco de magia y se abre el telón,
efervescente y en monodosis,
con bombón y cafeína,
y se enciende la ina.
Apago la oscuridad con un simple aleteo,
mis párpados, alas de mariposa,
lentejuelas en marfil
sobre los estambres que hacen sombra
encarcelando el atisbo asimétrico
de las siete diferencias,
y es que no me gustan los paraguas
prefiero el sombrero y la capa,
desvestirme bajo el centelleo de la luna
la maestra,
la mayor exhibicionista noctívaga.
Me presto a que su haz me acaricie
con extremidades de acupuntura
y emprendo y sigo, levito, me elevo,
zzzzzzzzzzuuuuuuummmmmm…
Vuelo… soy nube,
el aliento de mármol de temperatura tenue
en el baño turco del templo del arte.
Y el amasamiento de los tactos
en la emanación de aceites
resiguiendo los remansos
me sorprende,
yo dibujaré el pecado, y atesoro con tu resto.
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PINTURA
Jean-Dominique Ingres
Sin duda una de las obras más famosas de Ingres y sirve para poner de manifiesto un proceso creativo característico del pintor. El lienzo era originalmente de forma cuadrada y tuvo la virtud de escandalizar profundamente a la princesa Clotilde, motivo por el cual fue devuelto a su autor, a cambio de un autorretrato pintado en fecha anterior. De nuevo en posesión de la tela, Ingres se dedicó a introducir numerosos cambios –entre ellos el de darle forma circular-, al firmar el lienzo en dicho momento, hizo constar que se trataba de la obra de un hombre de ochenta y dos años de edad.
Toques de reflejos de Rimbaud, poseen las letras que escribiste.
ResponderEliminarBesos