La arena era un jardín peinado,
le pronosticaron alopecia lozana,
y ahora, lucia cabellera en poliéster.
Protésica manera de relajación
afanando surcos en su piélago.
El despertar de cenagales,
y atravesando los valles
una singladura petrea,
sólida luz,
los días de sombras fraguadas.
Me encanta . El lenguaje original, nuevo y sugerente de tu poema. Un abrazo
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