Párpados famélicos de oculares
que se ríen de la luz
y de la oscuridad impuesta,
exclamatorias victimas
que se adolecen
y en oposición resisten,
sin más riesgo
que el de perderse en la sombra
o en el albor de quimeras
que tan veraces algunas tantas
se nos premian.
Gravamen que se brinda
por la venia de la subsistencia,
en el capricho vital de entender,
ser o no estar, miserias…
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