Enmarañada hilando mi tela
se me acercan otras bichas,
se ríen de mi magnánima labor
¿Quieres hostigar a un pájaro del paraíso?
Ignoro su ignorancia por completo,
yo se lo que recuezo,
yo se combinar visiones.
Y así es como paso mi invierno
tejiendo y tejiendo,
agasajando cada vértebra de mi armazón.
¡¡No soy una araña invertebrada!!
Ni tan siquiera su espectro,
llevo mi antifaz a cuestas
para no ser nunca nube,
ni el apetito rapaz,
de lechuzas sin arpía.
Solo soy el aire que respiro
la pasión que me fomenta
la calavera barrida
de mentalidad ingenua
capaz de tejer mandalas
de silbar de amanecida
de ser leal a mis miembros
de declinar tanteada
de llegar a primavera
y escuchar otros fonemas,
cinco cantares, cinco contextos,
y el escenario dispuesto.
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