Embebida ecuménicamente
borroneo sin especular, no es incipiente
y hoy la luna se desmiembra,
ni tan siquiera el astro amante
ha podido paliar su inminente inmolación,
el satélite se ha desprendido en polvo albo,
su doliente porte ya no está al alcance,
es un mutante que desgaja adormecido
se acuesta entre los nimbos,
y altruista disemina sus esporas,
y yo sigo sin abrigo
sin testigo,
para poder redimir este frío
la lluvia estelar se proclama en esperanza
¡Pretenciosa diana!
Entre rayos que hacen del fulgor ultravioleta,
un vía crucis, una saeta,
cante hondo en el albor crucifixión penitente,
el declive se torna sesgado
mas adusto, y yo me escruto en el deseo
y veo más allá, clarividencia,
nieva en la ciudad prohibida
siembra tras la luz y el lance.
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