En presente. La vanidad confesa
la verdadera esencia de mi cuerpo,
uva sempiterna de mi edén,
la claridad de piel traviesa,
la ingravidez de mi esencia.
Descubro mi cuello,
mis hombros te alumbran,
¿Pretendo ser ángel?
¿Quieres mis cartas?
Te tiento y te muestro
mi dorso ilustrado,
se pierde en la luz cenital y en tu karma,
no son alas, son palabras
encriptadas bajo llave…que tú guardas,
talismán que entre tus manos toma vida,
pasadizo de entrecalles,
tú sabrás saber si abre,
instrumento en percusión de tus andares.
Piérdete entre los portales
farolillos de la noche y avatares,
y en el centro encontrarás mi no-silencio,
hoy los músicos presumen su talento
por cedernos sus acordes,
para alejarnos del resto.
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