El ojo de la curiosidad me inquieta,
imágenes de seda acharoladas
me avivan en vestigios,
¡¡Sálvese quien pueda de la saña!!
Camino transitada y paseante
tras la dueña de mis piernas y mis guantes,
paladines y corazas de gigante
se me prestan, atención del fiel amante.
Me atesoro en el pasaje
me sobran anfibios y plagas,
las siete que arrasan, siete picas,
yo seré la reina de los naipes,
los reales, si se me tercia la suerte
y apostaré todo mi mérito ladino
en una sola mano de falores.
La luz de la ventana abre mi juego
y en los cristales el as de corazones,
se puede ver latir, bombea casta,
¡¡ALL IN!!
Saber qué hacer, mis nervios flores.
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