Y me quedo aquí con las cosas de nosotros,
las albas, nuestras puestas,
nuestras quedas,
jugando al solitario sin baraja
y cabalgando en las pupilas dilatadas
de unos párpados perplejos por no verte,
así te extrañarán mis ojos
y mis labios que aún aguardan concurridos de recuerdos.
Elásticos tras el tendón de acero
ya no hacemos caso omiso al tiempo,
transitamos casi enteros, casi medios,
casi en punto,
y mientras tanto, de la luz hago mis trazas,
de la tuya que me irradia, un escalpelo,
una incisión sin cisura y sin efugio,
donde tú vas, yo me llevo.
las albas, nuestras puestas,
nuestras quedas,
jugando al solitario sin baraja
y cabalgando en las pupilas dilatadas
de unos párpados perplejos por no verte,
así te extrañarán mis ojos
y mis labios que aún aguardan concurridos de recuerdos.
Elásticos tras el tendón de acero
ya no hacemos caso omiso al tiempo,
transitamos casi enteros, casi medios,
casi en punto,
y mientras tanto, de la luz hago mis trazas,
de la tuya que me irradia, un escalpelo,
una incisión sin cisura y sin efugio,
donde tú vas, yo me llevo.
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