Miro a la salamanquesa en la pared sin sombra
todos los objetos están mudos, inanimados,
me observan con apetito
y se hacen los desentendidos
su silencio es áspero y naranja.
Las orquídeas duermen y el gato me ignora,
se cierra la noche y no es parda,
sentada en posición de acuéstate que estás cansada
logro salir del ensueño,
irradiada, sin casa, sin lengua, sin prisa dáctil
pienso en todo lo que gozo y lo que arriendo,
me dibujo venturosa y exprimida,
bebo mi jugo, soy de pulpa concentrada,
sonrío y mis pupilas gustativas
se relamen con la esencia de colirio,
huelen a jazmín y a parafina,
se humedecen y desecan cualquier brote
supurando por mis poros yugulares.
Soy tectónica,
archipiélago de mis actos
y mi conducta con pase,
solo quiero poco, pero poco breve,
en romería, sin terminantes
mas que un sueño bien escrito.
¡El gato ya es pardo!
que bueno leer poesia con sentido musical.
ResponderEliminarSaludos!