Sabes que la nuez se me hace almendra
y que mis pies se quedan mudos
al andarte,
y es que especulo con la vista recitada,
alumbrada de paciencia,
incandescente.
Me soplas los besos del sur
mientras cedo mi otra mejilla
y me doy cuenta de la falta que me haces,
de lo bueno que es tenerte,
de saberte y escribirte alguna estría
o algún apócrifo verso
que atónito se queda entre mis manos,
tanto, tanto, que a veces se desploman
del propio peso de las palabras,
insensatas,creen entenderte más que yo,
quizá si, quizá no,
¡Vaya par de ignorantes!
(ellas y yo)
y es que me inquietas las venas,
y es que me dan tanta sombra tus letras
tanta tanta sombra de grafías,
que me irradio entre fisuras,
y me tatúo al contraluz de la ventana.
[todos os dias em que morre um poeta, morre um imenso pedaço de mundo; todos os dias em que nasce um poeta, renasce o universo, refaz-se]
ResponderEliminarum imenso abraço, Mafalda
Leonardo B.