martes, 15 de junio de 2010
Martes 15 MALDITA
Perdida en el delito de un delirium tremens
decolorando el sonido volátil de labios
que se llamaban prosaicos y veraces,
indefinidamente conferida
al maestrante de los ojos pardos
ilustrando astrología en sus quehaceres.
retozaban atormentados de celo
y adivinaban el roce de unas manos
tras la piadosa venda que cubría el limbo,
párpados lampíridos de queroseno
mostraban su sabiduría rodeados de extintores,
eran días de placidez crepuscular
de ciertos rumores y palabras desabridas.
Y ahora le pregunta a sus costillas:
¿Quién amó el purpúreo salpicar de las ficciones?
¿Las cárdenas alboradas?
¿Los trémulos mutismos del espejo?
¿QUIÉN?
Amanecer ingrávida sobre el tapiz de hierro
y ser fragmento de cristal en suspensión de un grito,
nadie más que el cuerpo anestesiado de impotencia
maldito y musitando algún perdón inmundo,
¡MALDITÓ! ¡MALDITA!
¿Quién me amó hasta ennegrecer mi sombra?
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