Me encontré buscando aristas
entre telarañas y bardos,
y también algún porteño,
entre cigarro y habano.
No logré contener risas
tras algunas coletillas,
algunos versos sentidos,
tantos otros arrojados.
Escribiré hasta que expire
todo lo que en mi se encuentra,
detrás de oscuras esquinas
o deslumbrantes sospechas.
Quijotes y Dulcineas,
sin descuidar a lacayos,
amores, versos tejidos,
cada uno por bandera.
retomemos estos días
en que la ignorancia espera,
síntoma de inspiraciones
y de las bellas maneras.
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