viernes, 14 de octubre de 2011

Reconozco en el paisaje de tus labios, un páramo de siete soles.
Tus labios…
asgan delicadamente las cinéticas molduras de sus letras
que amanecen en la llaneza de su apetencia,
sin alejarse demasiado,
agitantes como fárfaras de arroz
que se revuelven en el soplo cálido que intenta retenerlas.

jueves, 13 de octubre de 2011

En el camino hacia tu rostro
encuentro un brote de solemnidad hasta tu cuerpo,
el mismo que me nombra libre
y yo auguro como un largo despertar
en la avenida relucida hacia tus manos.
Una fiel continuidad del eco que tapiza nuestra piel
en el matiz perenne de lo que se piensa eterno,
aunque no pretenda el serlo
impulsando una inquietud desaforada
en el deseo de cortar un simple tallo cincelado
en cada albor que alcanzan los pequeños parpadeos,
los detalles,
la nadería del gozo.
Y perderse,
en el Desgajo de los pétalos de luz
y confesarse en unos ojos deslumbrados,
la distancia se estremece, asfixia sus posibles ocurrencias
en el desatino de sentirse ajena a nuestro celo.
Aliento mi pecado entre tus labios
y me inicio en este amanecer que me desdobla
apaciguando cada curva de una espalda manifiesta,
el abrazo de un lamento que se ha vuelto acorde
sincopado en cada onda que me arrastra sin remedio.

miércoles, 12 de octubre de 2011

En cada eslabón de mi cadena
existe una distancia que no se compromete,
puede deslizarse y derribarse sobre el piso,
puede creerse lluvia de serpientes
y morder el polvo con el corrosivo curso del veneno.
En cada eslabón se pueden escribir palabras sin sentido,
que en mi oído,  son susurros
o pequeñas muestras de lo poco que comprendo,
reseñas de este vademécum que destierro o simplemente aparto.
No necesito lecciones de perseverancia ni de verbos,
no necesito lunas ni morriñas que me extrañen,
que me piensen,
que me tengan presa en una cajita de grillos,
ahora asumo la caricia de mi mano
y converso con la otra.

lunes, 10 de octubre de 2011

39+1 Felicidades Mafi!

Escribir en ese pecho alborotado
firmando con latidos,
mordisqueando cada pulso con los labios
y ver que no se nace, se renace.

Se encandilan los rumores y los años,
se manejan,
con el debido atrevimiento
y sin el idéntico respeto
de un dueto a media luz sin gas y sin orquesta,
un éxodo del miedo.

sábado, 8 de octubre de 2011

He visto una lágrima tan tan de cerca que me ha dicho hasta su nombre,
privilegios de la madurez…

viernes, 7 de octubre de 2011

Enloqueció la luna por mirarse en el dechado,
por entintarse de sonrisa y de lucero
enluciéndose en la cerrazón.
Maquilló su desolación con nebulosas;
y embebida de reflejo
se amortajó en una copa;
un solo trago de silencio…
y quedó un pequeño añico del destello.

martes, 4 de octubre de 2011

Creo en el devengo y en la inercia
de mi propio hueste de fisonomías,
un rostro para cada prenda o vestidura,
el  gesto dadivoso y dádiva de cada poco
que resulta una magnánima proeza.