Cada día me acusa la misma dolencia con diferentes grados de intensidad, hoy estoy en grado dos, aunque en algún caso bastante extremo debo confesar que he llegado hasta el nueve. No sé si el diez será un túnel de luz que no implica la muerte, sino una revelación para resucitar de entre los vivos, aunque siempre me inquieta que ese diez en realidad sea un OFF definitivo, así que me decanto por el Carpe Diem cada vez que realice un chasquido con mis dedos, para dejarme llevar por los seísmos de la vida; por lo incontrolable.