Mi opción es intrínsecamente postulada
y no yerro en la ponencia,
yo no juzgo, no soy nadie,
solo ando con cien ojos,
y me dejo llevar por el lance
entre el líquido elemento.
Actúo en mi escenario favorito
laboro sobre el agua,
no me hundo,
es un reality,
cámaras, cámaras y cámaras,
trancificado sea mi nombre
hágase mi voluntad así en el yermo
como en el cielo de espejo,
el de mis cábalas y falsas vanaglorias,
más simple que un alfiler prendido
en el lado izquierdo de mis sístoles,
e insisto, diástoles,
no existe el tedio en este beneplácito,
solo un olvido.
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